Una inédita Semana Santa

Una inédita Semana Santa

“El Señor de la Vida “

«… Las mujeres se encuentran con la novedad de Dios: Jesús ha resucitado, es el Viviente. Pero ante la tumba vacía y los dos hombres con vestidos resplandecientes, su primera reacción es de temor: estaban «con las caras mirando al suelo» – observa san Lucas –, no tenían ni siquiera valor para mirar. Pero al escuchar el anuncio de la Resurrección, lo reciben con fe. Y los dos hombres con vestidos resplandecientes introducen un verbo fundamental: Recordad. «Recordad cómo os habló estando todavía en Galilea… Y recordaron sus palabras» (Lc 24,6.8). Esto es la invitación a hacer memoria del encuentro con Jesús, de sus palabras, sus gestos, su vida; este recordar con amor la experiencia con el Maestro, es lo que hace que las mujeres superen todo temor y que lleven la proclamación de la Resurrección a los Apóstoles y a todos los otros (cf. Lc 24,9). Hacer memoria de lo que Dios ha hecho por mí, por nosotros, hacer memoria del camino recorrido; y esto abre el corazón de par en par a la esperanza para el futuro. Aprendamos a hacer memoria de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas…» (Homilía Papa Francisco, Vigilia Pascual 2013)

Nos estamos preparando para celebrar el triunfo del Señor de la Vida sobre la muerte. Releyendo la homilía de la primera Vigilia Pascual de Francisco como Obispo de Roma, rescatamos este elemento tan importante: hacer memoria de las maravillas que el Señor hace en nuestras humildes vidas cotidianamente.

Muchas son las cosas que nos están sucediendo y sobre todo estamos viviendo una Cuaresma inédita: aislados y temerosos, pero no solos; hemos aprovechado las redes sociales para encontrarnos, unirnos en comunión de oración y reflexionar sobre las cosas que tenemos que pedirle al Señor que transforme en nuestro corazón. En este aislamiento obligatorio crecimos en intimidad con el Señor y en comunión con nuestros hermanos de manera creativa.

Nos conmovemos porque los templos están cerrados y no podremos vivir la Semana Santa junto a nuestra comunidad… ¿no podremos? … ¡La Iglesia está viva! Me parece que estamos experimentando cotidianamente la respuesta a esa pregunta: cuando son cientos de hermanos que compartimos la Eucaristía por Facebook a pesar que, a veces, no teníamos tiempo de hacerlo en la semana, el Santísimo sale a los atrios o a las terrazas de nuestras parroquias a derramar su bendición, el Papa ha orado y dio una bendición frente a una Plaza vacía físicamente pero que llegó al mundo entero. ¡Vamos a celebrar la Pascua en una comunidad sin muros, abierta a todos! Volvemos a lo esencial: a la certeza de ser amados por un Dios que es Padre. Creemos en el Señor de la Vida que camina al lado nuestro, somos peregrinos hacia el encuentro definitivo con la certeza que no estamos solos. El Espíritu nos anima para buscar nuevas y creativas formas de alabar, bendecir, adorar y celebrar en comunidad “virtual” que es “empecinadamente real”.

Lo propio de nuestro Seminario es el sentirnos comunidad de testigos y así entraremos en esta Semana Santa, sintiendo que somos uno en el amor.
Le pedimos a la Virgen Madre que nos ayude a gozar plenamente de este triunfo de la Vida y ser signo de esta alegría para todos nuestros hermanos.

¡Feliz Pascua de Resurrección” a todos!

Laura de Isla

Seminario Juan XXIII

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